El siguiente es una recopilación de reflexiones elaboradas por los alumnos del Diplomado en Restauración impartido en el Centro conservación, en el año 2020, en la que disciernen sobre tres incógnitas planteadas en un contexto teórico aplicado a la conservación y restauración del patrimonio Cultural y su importancia. A continuación se desglosan las ponencias planteadas por los alumnos, esperamos ayude a la reflexión y valoración del ejercicio de protección de los Bienes Culturales. Los temas son:
Importancia del original y su conservación
Bernardo Arturo Román Gutiérrez, Cielo Guadalupe Pérez Cárdenas, Oscar Daniel Palos Guzmán
Bernardo Arturo Román Gutiérrez
Bernardo Arturo Román Gutiérrez
Para entender los procesos y tratamientos llevados a cabo por la restauración,
debemos clasificar en primer plano los tipos de objetos en los que estos se aplican ya que, para Brandi, el objeto
llamado obra de arte, requiere
procesos específicos junta con un debate teórico
previo.
El valor de
un objeto vista desde
una perspectiva objetiva, es determinado por distintos factores: su procedencia, es decir, de donde viene, quien lo realizo, con
que materiales; su historia, cuanto tiempo ha existido desde que fue creado, donde ha existido, donde fue usado, donde
fue apreciado.
Coexisten muchos objetos de facturación humana
que cumplen una función específica en
su entorno social, sin embargo, uno en particular existe ante nuestros ojos,
pero es clasificado en la actividad humana de forma genérica, hasta que se
identifica y se le confiere la conciencia coma "obra de arte". Es importante mencionar que, aunque se reconoce coma tal, eso no la exceptúa del conjunto anterior.
A simple vista, el producto
"especial" conocido coma obra de arte es resultado de la actividad
humana. Se le da este nombre por el
simple reconocimiento generado en la
conciencia del ser humano; por un lado, debe ser realizado cada vez por un único individuo, el artista debe ser el único
creador de la obra y par otro, no puede producirse de otra forma que por esa
propia identificación que cada individuo
le otorga, es decir aunque se produzca
una pieza idéntica, con los mismos materiales y la misma técnica, no tendrá la misma connotación o intención que solo el individuo que la creo originalmente pudiera
darle, en otras
palabras la transmisión de su mensaje (intención), ya sea estético, comercial o incluso político,
así coma, su media estético, el cual es apreciado por la técnica,
el material, el pintor y por ser reconocido coma una obra artística por una
sociedad que lo reconoce coma tal cada vez que lo admira.
Cabe mencionar que no todas las obras o piezas
cumplirán con todas las características, pero si
con algunas, por lo tanto será necesario he importante conservarlas y restaurarlas, pues coma se mencionó anteriormente nos hablan de un periodo, una época,
tradiciones y costumbres, estas son las huellas que el ser humano va dejando antes de desaparecer, es la razón por la cual
sabemos a
tenemos una idea de lo ocurrido en nuestro pasado y son las herramientas para
aquellos que vengan después.
La obra de arte supone
cumplir dos características que se
corresponden: estética, que atañe el hecho básico de la calidad de lo artístico
para el que la obra es obra de
arte, e histórica, que le corresponde coma producto humano realizado en un cierto tiempo y lugar, ahora encontrado en otro tiempo y lugar. Entonces, una vez establecidos estos
criterios es significativo decir que: "Cualquier comportamiento hacía. la obra de arte, incluida la intervención
de la restauración, dependerá de que se haya producido o no ese reconocimiento de la obra de arte coma tal obra de arte" (Brandi, 1988).
Una obra de arte está compuesta por su media físico
y estético, estos son intrínsecos, por lo que, debemos entender a la obra de arte coma una totalidad. Como se mencionó anteriormente la obra
de arte cumple una instancia estética la cual depende de su soporte (media físico) para subsistir y
transmitirse. En este tipo de objetos
siempre pesara más el media estético que el físico, ya que, otros productos no
dependen de su conciencia estética,
para la obra de arte una vez perdida esta instancia, no queda más que una
reliquia.
Humberto Baldini
engloba las tres etapas de vida de una obra de arte; el primero es la creación par parte del artista;
el segundo es la acción del tiempo
sobre su vida y el tercero es la acción
del hombre. Durante la vida de la obra de arte pueden suscitarse tres actos: thanatos, la destrucción, que se puede producir par falta de acción nuestra
a par acontecimientos violentos
externos como: terremotos,
guerras, caídas, incendios, inundaciones, etc.
Bias, la prolongación de la
vida, que resulta del acto físico de! cuidado material de la obra para protegerla
de daños a perdidas, estos actos entran en la rama
de la conservación a mantenimiento. Y por último héroes, la restitución de su realidad como obra de arte, esta se manifiesta en el suceso final de fitología crítica, el acto de
restauración.
El ser humano tiene la necesidad de formar y
reconocer vínculos que conectan entre si las cosas existentes, por lo que, se
encarga de reducir o eliminar (thanatos) las cosas inútiles, es decir, aquellas
cuyo nexo con nuestra existencia han perdido sentido. Esto pasa con las obras
de arte, cuando una obra de arte disipa su
parte estética pierde el axioma que la definía,
por lo tanto, el ser humano se desvincula de ella.
Según Jhon Dewyn en su libro Art as experience de
1934; "Sea cual sea su antigüedad y
clasicismo, una obra de arte es en acto y no só/o
potencialmente una obra de arte cuando
pervive en alguna experiencia individualizada. En cuando pedazo de
pergamino, de mármol, de tela, permanece (aunque sujeta a las devastaciones de/
tiempo) idéntica a si misma a través de los anos. Pero como obra de arte se recrea
cada vez que es experimentada estéticamente".
Por tanto pudiéramos adicionar a lo
anteriormente mencionado que; cualquier pieza u obra de arte que genere en algún individuo
una reacción ya sea emocional, funcional, histórica o de
apreciación artística es digno y necesario de conservar.
Es erróneo pensar
que una pieza como podría ser, alguna antigüedad familiar, un mueble, un
retrato incluso objetos
más contemporáneos como pudieran ser juguetes,
afiches, cómics o aun piezas de
mercadotecnia que en algún momento sirvieron para decorar algún
establecimiento, dotadas de vida todas ellas, de historias, mementos en el
tiempo que nos hablan de nuestro pasado, remontando
y produciendo algún sentimiento en el individuo, que si bien en su mayoría carentes de un valor monetario sustancial o quizás
nulo y/o técnicamente artístico, no valdría la pena conservarlo.
Dichas piezas a pesar de no ser consideradas
como patrimonios, ya sean nacionales o internacionales al carecer estas de los
preceptos establecidos por las instituciones correspondientes no contando con esta distinción, para
el individuo en cuestión que guste de la pieza, no necesariamente siendo el
propietario de esta, es valiosa, incluso más que las anteriormente mencionadas
,por tanto, merece ser conservado y tratado con todo el respeto y la ética
profesional que cualquier restaurador debe ejercer.
Sin embargo, es
verdad que una pieza con un valor
sentimental no siempre puede ser tratada como
una considerada patrimonio, más aun cuando
estamos hablando de una obra de arte,
en la cual, su parte fundamental es el medio estético que transmite un mensaje y hace de esta una obra de
arte como tal, esto en un sentido de tratamiento
de intervención, no de conservación (pues como mencione anteriormente, ambas son dignas de ser conservadas
y tratadas con el mismo respeto).
Debemos considerar varios factores importantes, como son el entorno
social que rodea
a nuestra pieza en cuestión,
para determinar el tratamiento de intervención
que debe ser llevado a cabo. Por
ejemplo, hablando específicamente de la intervención
estética (reintegración), la cual a mi parecer, considerara la más evidente para el ojo común.
Si
estamos ante la presencia de una obra considerada patrimonio en "desuso", es decir, dentro de un museo, la intervención deberá ser más
severa en el sentido de respetar lo más
posible las principales normas de fa restauración, hablando de la reintegración, esta deberá ser diferenciada
para evidenciar la intervención realizada. Cuando se trata de un patrimonio cultural, el gusto
de, por ejemplo, el museógrafo, no deberá incidir
en nuestra selección de intervención, debido
a que es una pieza de museo que debe ser conservada lo más fidedigno
posible.
Ahora hablemos del caso de una obra considerada patrimonio pero que sigue estando viva, como puede ser una pieza de culto, en este caso
el "cliente" es la comunidad que asiste a la iglesia donde el santo
es adorado. Retomando la intervención pictórica, esta deberá ser llevada a cabo con preceptos establecidos como la reversibilidad, sin embargo, la reintegración diferenciada
. podría ser contra producente, debido a que en su entorno lo que se pide es
que el santo, fuzca igual o lo más parecido a como ellos lo conocen, debido a
que muchas veces si la pieza ya no es reconocida por la comunidad que lo adora, podría ser motive de
abandono.
Por otra parte, en el caso de una
pieza privada, con un valor personal para el cliente,
considero que el restaurador deberá actuar como en el caso anterior,
empleando las normas principales de intervención, pero tratando de realizar una
reintegración imitativa que Ilene las expectativas del cliente y permanezca
dentro de la ética del restaurador.
En los tres casos anteriormente mencionados,
el respeto por las partes originales de la obra es esencial, debido a que estas
son las que nos cuentan la historia de vida de la obra. En cualquier caso, la
conservación de las partes originales debe ser considerada una prioridad, sin
embargo, puede ser difícil conservar las partes originales sin generar en ella
alteración alguna durante el proceso de intervención ya sea de manera positiva
o negativa.
En el
caso de reentelar una pintura de caballete, las partes originales serán afectadas
de manera positiva, ya que estas se adherirán a un nuevo soporte el cual le dará
mayor estabilidad, esto también podría suceder de forma negativa, por ejemplo:
cuando se limpia el barniz
envejecido de una obra, si usamos un solvente muy fuerte, las partes originales
podrían ser afectadas y con esto perdiendo color o brillo.
Cabe mencionar que existen situaciones en las que el soporte físico
ya no funciona y afecta el medio estético,
pongamos como ejemplo el bastidor de una pintura de caballete, si este se encuentra
muy dañado, afecta
la tensión del lienzo, produciendo un movimiento constante de este el
cual podría llegar a generar craqueladas o desprendimientos del estrato pictórico,
en este caso, el remplazo del bastidor es necesario,
sin embargo, se realiza un registro fotográfico y el reporte de la intervención para
dejar constancia del procedimiento
que se llevó a cabo y de que materiales y época eran las piezas
remplazadas.
Otro ejemplo y de
nuevo, retomando la reintegración
pictórica, no importa cuál sea (imitativa o diferenciada), esta nunca debe
invadir el estrato pictórico original, ya que, las zonas de intervención deben
ser solo las afectadas, si esto no se respeta estaríamos de algún modo
falsificando la obra.
Por último y no menos importante, se encuentra la habilidad técnica de un restaurador los cuales van acompañados
de los conocimientos éticos antes mencionados, con respecto a las conocimientos
específicos en las diferentes áreas
de la restauración (técnicos), el restaurador se enfrentara a ciertas problemáticas en las cuales a pesar de conocer todo lo
antes mencionado sobre el tratamiento de una pieza (éticos y técnicos ) me gustara
concluir con la cita del comienzo de Brandi, "Comúnmente se entiende por restauración a cualquier intervención dirigida
a devolver la eficiencia a un producto de la actividad humana (Brandi,
1988)". Tomando esto como punto de partida y a su vez como la finalidad de cualquier lntervenc1ón, dentro de
nuestra ética como restaurador debemos estar conscientes de la existencia o ausencia
de conocimientos al momento
de intervenir un mat11rial desconocido para nosotros.
En este caso lo más sensato es acudir a un
restaurador especializado en la materia y pedir su apoyo para la intervención del objeto, de tal modo que la pieza no corra
el riesgo de ser arruinada y al mismo tiempo que el restaurador especializado nos transmita su conocimiento y técnicas
para futuros casos.
Un restaurador nunca dejara de aprender, se enriquece con base a los conocimientos de otros
restauradores, técnicos en diferentes áreas con años de experiencia y par supuesto al constante
uso y perfeccionamiento de sus habilidades, manteniendo siempre el respeto que las piezas se
merecen y par supuesto para concluir y en un aspecto mucho más personal el honor de formar parte de la historia de la pieza y par
supuesto la gratitud de las personas al ver tu trabajo, desde un pequeño pueblo hasta una gran ciudad esa satisfacción
es comparable con pocas cosas .
Bibliografía
Brandi, C. (1988). Teoría de la restauración. Madrid: ALIANZA.
Dewey, J. (1934j. Art as Experience. William James Lecture at Harvard Cennini, C. (1988). El Libro del Arte. Venecia: Akal.
Izquierdo, R. A. (4 de Diciembre de 200ó). Kausis 4. RESVISTA DE LA ESCUELA TALLER DE RESTAURACION DE ARAGON, ó.198
Baldini, H. (1978). Teoría de la restauración. Florencia. Nerea.
Andrade, D. (2004). Manual del diplomado en restauración. Centro Conservación
Cielo Guadalupe Pérez Cárdenas
Los objetos, edificios y ambientes a los
cuales la sociedad atribuye valores estéticos, artísticos, documentales,
ambientales, históricos, científicos, sociales, o espirituales se consideran “patrimonio
cultural" y constituyen el patrimonio material y cultural
que será transmitido con el paso del tiempo a futuras generaciones.
La sociedad confía en el cuidado de estas obras, piezas, objetos, etc. al Conservador- Restaurador, y por esto éste adquiere
una gran responsabilidad con el patrimonio cultural
y también con su dueño o guardián
legal, con el autor o creador,
el público, y las futuras generaciones que esperan encontrar el legado de historia en buenas condiciones para
tener una mejor idea de lo que fue y era para las personas
de la época.
El papel fundamental del
Conservador-Restaurador es la preservación del patrimonio cultural
en beneficio de las generaciones presentes y futuras. El Conservador-Restaurador
contribuye a la percepción, a la apreciación y comprensión del patrimonio cultural en lo que se refiere
a su contexto ambiental y a sus características físicas
e importancia.
Como restauradores
en muchas ocasiones se presentan situaciones que hacen pensar bastante sobre el o los tratamientos que se le debe
brindar a una obra, ya que se está poniendo en riesgo su valor cultural, histórico, artístico, económico
y en ciertas
ocasiones el valor emocional.
Para llevar
a cabo el proceso de restauración
y conservación se deben realizar
ciertas acciones y pasos, los cuales ayudaran a decidir el tratamiento que se debe emplear
así como a realizar
la mejor toma de decisiones para no quitarle
demasiado valor a la obra.
La conservación involucra gestión e
investigación, se debe tratar de utilizar cualquier método que resulte eficaz para mantener
la obra. Lo más cercano a su estado normal.
Sin embargo la definición
actual de la conservación
se ha ampliado y
de manera más precisa
se ha descrito como la gestión ética. El conservador aplica algunas pautas éticas.
-Mínima intervención.
-Materiales apropiados
y métodos que
apunten a
ser reversibles
para reducir
los posibles problemas futuros.
-Documentación completa
de todos los
trabajos realizados.
El restaurador debe tener en cuenta las opiniones de la parte interesada es decir el cliente en cuanto a los valores, el significado del objeto, y las necesidades que requiere, esto con el fin de determinar una apropiada estrategia de conservación
La conservación
preventiva consiste en todas aquellas medidas y acciones que tengan como objetivo evitar o minimizar futuros
deterioros o pérdidas
de la obra.
La conservación curativa son todas aquellas acciones aplicadas de manera directa sobre la obra y que tengan como objetivo detener
los procesos dañinos
presentes o reforzar
su estructura. Estas acciones
sólo se realizan cuando las obras se encuentran
en un estado de fragilidad o se están
deteriorando, y corre el riesgo de perderse en un tiempo relativamente breve.
Estas acciones a veces modifican
el aspecto de la obra.
La restauración son todas aquellas acciones aplicadas de manera directa a la obra y que tienen como objetivo facilitar su apreciación, comprensión y uso. Estas acciones solo se
realizan cuando ya se ha perdido una parte de su significado
o función a través de una alteración
o deterioros pasados. Se basan en el respeto del material
original. En la mayoría de
los casos, estas acciones modifican el aspecto de la obra.
Este tipo de intervenciones puede aplicar en cada una de las obras que el restaurador tenga
en sus manos, es por esto que es muy importante la decisión que tome al respecto de cómo proceder, ya que cualquier acción puede
alterar mínimamente la pieza.
Podemos ver que es sumamente importante conservar lo más posible
el original que se
entrega en un principio, por esto es de vital importancia optar por la intervención mínima en la
obra.
Como ya se mencionó. anteriormente es también importante tener contacto con el cliente, porque él puede ilustrarte en cuanto a lo que él requiere en la pieza,
y así juntar sus peticiones con tu plan de intervención para llegar lo más posible a la que el cliente necesite
pero a la vez sin poner en riesgo
el
valor de la obra,
ya que si se interviene
de cierta manera puede
llegar a cambiar la obra original, a veces el cliente querrá que se intervenga demasiado
para poder tener la obra como si fuera un objeto totalmente nuevo, pero ahí es donde los conocimientos
del restaurador deben ponerse
en práctica, y antes que nada
hablar con el cliente respecto
a lo importante que es conservar lo más posible
el original, dándole a conocer que puede perder ese objeto ciertos
valores sumamente importantes y
también haciéndole
saber que la mínima restauración es lo mejor, pero también dejándole
en claro que to primordial es tratar de conservar y recuperar la pieza, para que no se siga dañando con el paso del tiempo.
Lo ideal en cualquier situación es conservar el original de la pieza u obra pero también, ayudarla y darle mayor soporte para que se conserve en ese estado y no siga con el
deterioro, ya que esto afectaría demasiado
a la obra, y si se deja pasar
el tiempo puede poner en riesgo toda la pieza y el original de la misma,
ya que si está demasiado afectada perdería mucho valor,
por esta razón
es importante llevar las diversas
obras a que sean
principalmente conservadas y como segunda razón que sean restauradas en el caso de
que ya el daño sea demasiado y se necesite
recuperar la forma estética.
En ciertas ocasiones los restauradores de arte reciben piezas
y obras de las cuales
no están familiarizados a tratar, ya sea porque no es su campo de acción principal, o porque simplemente no les gusta ese tipo de técnica,
creo que es muy
importante saber decir no, en ciertas ocasiones
cuando de verdad no se tiene mucha noción de cómo proceder para comenzar con la conservación
y restauración de las piezas,
una opción bastante
factible seria pasar ese tipo de piezas a un colega restaurador del cual estas completamente seguro que haría un excelente trabajo porque ese tipo de técnica es su especialidad o como segunda opción y si no se quiere decir no al
cliente, sería recibir la pieza, pero trabajar en conjunto con un restaurador que sabes que puede apoyarte,
y tu exponerle tus ideas y el plan
de acción que pretendes
seguir para darle
tratamiento a la obra, y el darte consejos e cuanto a· que es lo mejor y es lo menos
"dañino" para la pieza.
Como ya se mencionó
antes y queriéndolo .resaltar
es importante conservar
el original por cualquier motivo,
este solo debe ser afectado
en caso de que nuestra
pieza este en pésimas condiciones: y que el restaurador considere más importante recuperar la estabilidad o la lectura visual
de la obra pero también en ciertas zonas, no toda la pieza tiene que ser afectada en cuanto a la pérdida del original, sino solamente la partes
de la pieza u obra que lo requieran, ya que si se dejan partes originales ya sea de la capa pictórica
se podrá ver la diferencia y ver cómo era el original pero también mediante
la conservación y restauración se puede apreciar de manera más completa como era la pieza cuando fue realizada.
Los restauradores están propensos a ser criticados en cuanto a las acciones
que realizaron para conservar y restaurar una obra, por esta razón es sumamente importante primero hacer un análisis
muy completo de la obra,
en cuanto a su historia y su
valor, posteriormente hacer un plan de acción el cual tiene que ser discutido con el dueño de la obra, para que esté totalmente de acuerdo con lo que se le realizara
a la obra e implementar cierto
contrato para
que
en
cualquier
situación
tengas
el
respaldo
con
la
firma
de
que
se
aprobó
tu
intervención anticipadamente. También se debe tener una justificación de cada uno de los pasos implementados
a la restauración, esto con el fin de tener argumentos y las bases que demuestren que fue
el mejor procedimiento empleado a la obra.
Para finalizar cabe mencionar que el original es importantísimo ya que conserva
todo el valor de la obra, y cada restaurador debe analizar según sus conocimientos y aptitudes, que tanto se debe intervenir y quitar
partes del original, pero siempre dejando
lo mayor posible de este, para no
perder el valor de nuestro patrimonio cultural.
BIBLIOGRAFÍA.
Oscar Daniel Palos Guzmán
Escribir esa historia
sólo se logra confrontando todas las metodologías y fuentes de información procedentes tanto de obras de arte como de bienes inmuebles, en donde los autores hayan dejado inscrita su memoria.
La conservación, organización y preservación de estas fuentes de información histórica es una responsabilidad de las instituciones
y organizaciones que las generan o las tienen en custodia, a fin de que las acciones filantrópicas del presente trasciendan como ejemplo y memoria a futuras generaciones, pero también son una responsabilidad que han asumido tanto en el marco de ley como en la práctica las instituciones gubernamentales, o en los archivos históricos de las Instituciones de Educación Superior
donde es frecuente la incorporación de fondos documentales de personas o instituciones cuya trayectoria y desarrollo histórico son afines
a los fondos resguardados por dichas obras.
La conservación de las obras originales siempre
debe ser la mayor prioridad de un conservador restaurador, ya que como mencione
anteriormente son la mayor fuente de información histórica que podremos encontrar,
pues cuando se hacen
intervenciones y se afecta al original una parte de su historia se pierde y comienza otra.
El valor de la obra debe influir siempre en las decisiones que se toman para su conservación, pero es importante determinar hasta donde debe considerarse, si bien pueden existir obras con un mayor valor histórico que otras, o artístico o incluso un
valor personal, pero creo que el límite para determinar cuánto vale una obra para
su conservación siempre
dependerá de las circunstancias.
¿De qué manera?
Poniendo corno ejemplo
las piezas de valor personal,
para el cliente una obra cuyo valor es netamente personal,
por la razón que esta sea, uno como profesional debe de instruir al cliente y enseñarle cuales serían los beneficios de mantener la obra en su estado original con un trabajo
de conservación o bien los beneficios de un
trabajo de restauración si así se necesitara, pues en ocasiones puede ser inevitable que las piezas tengan que ser intervenidas afectando el original, pero aplicando
siempre el criterio de mínima intervención y utilizando materiales que sea
reversibles.
Eso solo en las piezas por valor personal.
Debido que, tratándose de piezas de un mayor valor histórico, estas muy
posiblemente dependan de alguna empresa,
y esta pueda tomar decisiones ajenas a nosotros,
que, aunque esas decisiones puedan afectar los originales, nosotros como profesionales tenemos
siempre opciones, podemos
decidir continuar con el
proyecto, o negarnos, incluso aportar
y explicar por qué debe o no, ser
intervenida manteniendo siempre la ética de nuestro lado y el bienestar de .las piezas.
Uno como profesional puede considerar el valor
de ciertas obras para determinar si es o no susceptible a ser intervenido, ya que durante
el proceso de estudio se nos capacita
para tener distintas
habilidades, y el conservador restaurador, tiene la perfecta
capacidad para · tomar decisiones, pero considero que lo más viable y
de mayor importancia es contar con la presencia
de un equipo de trabajo,
esto con el fin de tener diferentes profesionales en diferentes ramas a nuestra
disposición para tomar un mejor decisión, ya que uno como profesional, si, tiene el conocimiento de un gran número de habilidades artísticas, para poder tomar decisiones, pero creo que no siempre debe hacerse todo solo, aplicando el dicho de que dos cabezas piensan
mejor que una.
Es muy importante que uno como conservador restaurador conozca su propios límites en cuestión de habilidades, pues en un futuro podemos
enfrentar a muchos
trabajos que requieran ciertas habilidades para manejar una pieza, y es necesario ser honestos con nosotros mismos,
y sobre todo con los clientes y decir y explicar hasta donde podemos llegar en cada trabajo que se realice o
bien, si podemos
o no hacerlo, pues sería antiético cobrar por un trabajo que no sabemos
hacer, o peor cobrarlo y hacerlo mal, dañando
así la pieza y demeritando el trabajo y prestigio de nuestros colegas.
Por ello, es importante que uno como profesional debe estar a la vanguardia de los conocimientos, de las técnicas
y materiales empleados
en el medio, para desarrollar una mejor labor como conservador restaurador, esto con el fin de poder instruir
a los clientes, ya que en el ambiente laboral
podemos enfrentarnos a muchos de estos de diferentes clases sociales y de diferentes
capacidades de conocimiento sobre el arte,
y será necesario poder abordarlos de manera ética y profesional, para que pueda llegarse a un acuerdo
y que estos queden satisfechos, y las piezas intervenidas lo menos posible,
conservando así su originalidad, su legibilidad y su historia,
sin desprestigiar ni malbaratar nuestro trabajo.
Cuando se habla
de las capacidades del conservador restaurador, es importe
que uno como profesional conozca por completo sus habilidades y limites,
pues estas dos palabras determinaran un buen futuro
para el profesional, evitando así, incluso problemas
legales, pues en este medio podemos encontrar con un sinfín
de trabajos, pero es importante tomar medidas de acuerdo con nuestras capacidades.
Cuando estemos en contacto con situaciones o tratamientos para los cuales no nos sintamos
actos, es necesario ser honestos con nosotros mismos,
y si es posible
negarnos al trabajo,
pasar el trabajo
a quien si sepa y pueda
hacerlo, y aprovechar la oportunidad de ayudar, para de esta manera podamos ver y aprender
cómo se realiza,
pues hacerlo, nomás por hacerlo,
para ganar dinero,
seria antiético, pues no solo estaríamos desprestigiando nuestro propio trabajo
si queda mal, si no estaríamos dañando
una pieza, que podría ser de importancia histórica, artística o de valor sentimental
para alguien, por ello es necesario siempre ser consciente de nuestras capacidades como artista y conservador restaurador.
El valor de los objetos puede determinarse por distintos factores,
ya sea valor histórico, valor artístico o valor sentimental, cada uno de ellos obtienen sus valores de distintas maneras, incluso
su costo, muchas
piezas tienden a ser invaluables debido
a su fragilidad o su originalidad,
aunque todos los valores asignados a una pieza comparten algo en común, todos generan una gran fuente de
información técnica
e histórica para los conservadores restauradores.
El costo de las piezas dependerá siempre de quien está a cargo de ellas,
para determinarlo siempre será
necesario un equipo de profesionales especializados en diferentes ramas
para determinar su valor, conservador restaurador, químicos, biólogos, peritos valuadores, historiadores del arte, arquitectos,
pintores, etc., cada uno aportando
lo mejor de sí para determinar las condiciones de la pieza, resistencia, estado de conservación, pigmentación, origen, medidas, historia,
etc., y con base en eso determinar su costo, y si es susceptible a ser intervenida.
El valor de la pieza dependerá siempre
de distintos factores,
principalmente su historia, como y cuando
fue hecha, y cuál es su utilidad, es importante siempre considerar los antecedentes de la pieza para determinar
su valor, incluso
para poder entenderla debemos estudiar al artista, pues a lo largo del tiempo la historia nos ha demostrado que los cánones de belleza
van cambiando conforme
a las necesidades de la humanidad, y una pieza artística de origen
griego, no tendrá
el mismo valor para un artista de academia que para un artista contemporáneo.
El valor de las piezas va cambiando
conforme va evolucionando el mundo del arte, y hablamos solo de su valor artístico, porque incluso el costo de las piezas más antiguas tiende a ser invaluable, porque
conforme avanza el tiempo se inventan otras formas de artes, que, aunque
las actuales son muy sobrevaloradas en cuestión monetaria, no significa que sean más importantes que las piezas antiguas, pues el valor
a las piezas se va dando depende a las necesidades humanas.
Es por eso por lo que
el arte actual se vuelve más caro, porque se vuelve caprichoso, se vuelve decorativo,
casi una necesidad de pertenencia para quien lo compra,
aunque tenga muy pocas
capacidades comunicativas, su objetivo solo es hacernos
pensar. Hablando del arte antiguo su objetivo era otro, el arte debía transmitir emociones
de diferentes sentidos, ira, amor, tristeza, etc., sin embargo,
las necesidades de las personas
cambian, y con ello el arte
también.
Uno como conservador restaurador es importante que se estudie la pieza a fondo para conocerla
en todos sus aspectos, para determinar
hasta donde es posible
conservarla en su estado
original, pues no siempre podremos
hacerlo así, existen
piezas que obligadamente tendrán
que ser intervenidas, para así poder conservarlas, pues en su estado actual puede que no sean legibles, y sobre todo sean delicadas.
Su estado de conservación original dependerá del estado en el que se encuentre, su· resistencia, su valor histórico y artístico, pues de ser necesario, tendrá
que ser, o no intervenida para su mejor conservación, pero creo que lo que terminara
también el límite hasta donde debe conservarse la pieza en su originalidad
será su estética, tratándose de ciertas piezas. Pues no todas las piezas pueden tener ese criterio
como principal, otras tendrán como límite su utilidad, si la pieza ya no es útil en estado actual original, y si es necesario entonces
esta tendrá que ser intervenida de manera minuciosa, para afectar lo menos posible el original devolviendo así su belleza
y sobre todo su utilidad.
En mi opinión y experiencia en Centro Conservación, aprendí y entendí
la importancia de la originalidad de la pieza, que debe ser la mayor prioridad del conservador restaurador, aplicando los criterios de mínima intervención, y hacer una restauración con mayor intervención solo si así se requiere, pero siempre respetando el original,
aunque sean partes pequeñas.
Ayudar y guiar a los clientes
a entender y valorar sus piezas en estado
original, y sobre todo a conocer mis propias
capacidades como profesional, y no realizar trabajos,
si no me siento apto para
hacerlos, no tener miedo de pedir ayuda de quien, si pueda hacerlo, y aprender.
Estar a la vanguardia en conocimientos de técnicas y materiales ayudara siempre a obtener una mejor calidad de trabajo como profesional.
"Comúnmente se entiende por restauración a cualquier
intervención dirigida a devolver la
eficiencia a un producto de la
actividad humana (Brandi, 1988)".
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