El dibujo es un tema muy platicado en redes sociales, videos, clases, escuelas, en fin por todos lados, pero siempre con un ímpetu de imponer al estudiante o aficionado, la sensación o necesidad de crear una obra que parezca estéticamente adecuada a los ojos de quien lo enseña o de quienes lo observa. Esto no está mal pero tampoco es correcto, el dibujo es una forma de expresión primero que una técnica artística, o acaso las primeras pinturas rupestres elaboradas por el hombre, son reflejo de su intensión artística, pues no, son más una muestra de su forma de comunicar. Arte rupestre Leonardo Da Vinci Desde niño recuerdo bien como la guía de profesores de primaria y secundaria en materia de dibujo siempre era en la búsqueda de una ilusa perfección, tratando en gran medida de enseñar – forzar a que los dibujos fueran lo más cercanos a lo observado, de no ser así, simplemente era un mal dibujo, y entonces que ocurre con las artes contemporáneas, con los abstractos, son acaso mediocre
Normalmente el trabajo de los restauradores se asocia con la acción técnica de reparar objetos artísticos que con el tiempo hayan sufrido daños, “ procesos que se llevan a cabo para preservar o devolver la originalidad de un bien cultural” (https://definicion.de/restauracion/) Sin embargo el trabajo del restaurador profesional es mucho más amplio que eso, por supuesto, debe realizar labores de prevención para el cuidado de las colecciones reduciendo la posibilidad de que sufran alguna alteración, también realiza diagnósticos para determinar el grado de afectación que una obra o un grupo de obras pudiera tener o el riesgo en que se encuentre, así como determinar y promover las metodologías ideales de resguardo y exhibición. En muchos casos restauradores especialistas desarrollan nuevas metodologías de intervención, estudios de materiales y tecnología aplicable al tratamiento del patrimonio cultural e incluso el planteamiento de reflexiones al estudio crítico de los valores del patrimo